Deportes.- Los Marineros de Seattle conquistaron la División Oeste de la Liga Americana tras 24 años de espera, gracias a una contundente victoria 9-2 sobre los Rockies en el T-Mobile Park, en una noche que estuvo marcada por los jonrones de los dominicanos Julio Rodríguez y Jorge Polanco, quienes acompañaron el poder de Cal Raleigh, autor de dos vuelacercas históricos que lo llevaron a la marca de 60 en la temporada.
Rodríguez abrió el camino con su cuadrangular número 32 de la campaña, igualando su marca personal del 2023, mientras que Polanco sumó su jonrón 25 para ampliar la ventaja en un primer episodio explosivo. A la fiesta se unió Raleigh con un batazo de 438 pies al tercer nivel del estadio, un territorio exclusivo que sólo habían alcanzado siete jugadores en la historia del parque.
El poder latino fue determinante en la ofensiva que encendió a los más de 42,000 fanáticos presentes, testigos del primer título divisional de Seattle desde aquella temporada mágica de 116 victorias en 2001. En el octavo inning, Raleigh volvió a volarse la cerca para convertirse en el primer receptor en llegar a 60 cuadrangulares, pero el impacto de los dominicanos se sintió desde el inicio del encuentro.
El ambiente fue de fiesta, con la afición celebrando no solo el título, sino también la posibilidad de que una nueva bandera ondee en el estadio el Día Inaugural de 2026. Seattle ha convertido el T-Mobile Park en un verdadero fortín, con 10 victorias consecutivas y 20 en sus últimos 22 partidos en casa, lo que les garantiza iniciar la postemporada ante su gente.
La corona rompe una de las sequías más largas sin títulos divisionales en Grandes Ligas, dejando atrás 24 años de espera. Solo Piratas, Marlins y Rockies mantienen rachas más extensas, aunque estos últimos nunca han conquistado su división. Con la mira puesta en octubre, los Marineros aún aspiran a asegurar el segundo puesto de la Liga Americana y un pase directo a la Serie Divisional.
Para los dominicanos, la noche del miércoles significó mucho más que un jonrón. Rodríguez y Polanco se consolidan como piezas claves en la ofensiva de un equipo que ahora sueña con alcanzar su primera Serie Mundial, con la convicción de que pueden ganarlo todo.