La alimentación no solo impacta en la salud física, sino también en el equilibrio emocional. Expertos advierten que una dieta cargada de azúcares y productos ultraprocesados puede alterar el estado de ánimo y provocar inestabilidad emocional.
Por el contrario, ciertos alimentos son capaces de estimular los neurotransmisores del bienestar, como la serotonina, dopamina, noradrenalina y acetilcolina, generando sensaciones de placer y energía.
Especialistas explican cuáles son los productos que pueden influir positivamente en el ánimo y la salud mental.
Plátano: energía y equilibrio

Originario del sudeste asiático, el plátano es una fruta rica en vitamina B6, esencial para la producción de serotonina y dopamina. Además, aporta potasio, un mineral que mejora la circulación sanguínea.
Gracias a su contenido de fibra, el azúcar natural del plátano se libera de forma gradual en el cuerpo, ayudando a mantener estable el nivel de glucosa en sangre y, con ello, el buen humor. Los expertos recomiendan combinarlo con proteínas o grasas saludables para evitar caídas bruscas de azúcar que puedan generar irritabilidad.
Bebidas fermentadas: probióticos para el cerebro

El intestino y el cerebro están más conectados de lo que parece. Los especialistas señalan que el consumo regular de bebidas lácteas fermentadas, como el yogur o el kéfir, favorece la salud intestinal y estimula la producción de serotonina.
La nutricionista Roxana Ehsani destaca que incorporar kéfir en batidos o cereales “nutre a las bacterias intestinales beneficiosas”, mejorando tanto la digestión como el estado de ánimo.
Bayas: antioxidantes contra la tristeza

Las frutas del bosque, como arándanos, frambuesas y moras, son una fuente natural de antioxidantes y antocianinas, pigmentos que reducen la inflamación y combaten el estrés oxidativo, factores vinculados con los trastornos del ánimo.
Un estudio de 2023 reveló que las personas que consumen alimentos ricos en antocianinas presentan menos síntomas depresivos. De igual modo, las uvas, por su contenido de polifenoles, han sido reconocidas por su capacidad de mejorar la cognición y el bienestar mental.
Frutos secos y semillas: pequeños pero poderosos

Las nueces, almendras, anacardos y semillas de calabaza o sésamo son una excelente fuente de triptófano, un aminoácido esencial para la síntesis de serotonina.
Asimismo, los frutos secos como las nueces de Brasil o los piñones aportan zinc y selenio, minerales clave para el funcionamiento cerebral. Estudios preliminares sugieren que la deficiencia de estos nutrientes podría estar relacionada con un mayor riesgo de depresión.
Pescados grasos: aliados del equilibrio mental
El salmón y el atún blanco son ricos en ácidos grasos omega-3, especialmente DHA y EPA, conocidos por su papel en la función cerebral. Una revisión científica de 2018 concluyó que los suplementos de omega-3 —como el aceite de pescado— pueden ayudar a reducir los síntomas de depresión y mejorar la salud emocional.
