Miami -El cantante dominicano Vicente García celebra el éxito de su álbum ‘Puñito de Yocahú’, una «apuesta arriesgada» que es fiel a las culturas indígenas y afrocaribeñas de su país y que recibió tres nominaciones al Latin Grammy, en lo que él percibe como una mayor apertura a la diversidad de ritmos latinos.
García considera en una entrevista con EFE «superimportantes» sus nominaciones a álbum del año, mejor álbum tropical contemporáneo y mejor canción de cantautor por ‘Quisqueya’, «sobre todo por un disco» que hizo «desde la intención sincera de resaltar la cultura dominicana» y sus tres corrientes: española, africana e indígena.
«Tenía claro que era una propuesta arriesgada, sobre todo porque busca mucho de los orígenes, pero propone algo nuevo a través de las instrumentaciones más actuales, como el uso de sintetizadores, procesos de composición como el ‘sampling'», manifiesta el cantautor.
El dominicano volverá a los Latin Grammy, el 13 de noviembre en Las Vegas, con ‘Puñito de Yocahú’, su cuarto álbum de estudio y primera producción en seis años, en la que hay mezclas de ritmos característicos como merengue, regué y bachata que se fusionan con el ‘sampling’ o el ‘pedal steel’.
«Entonces sí era como un híbrido, un híbrido de buscar un poquito en el pasado para proponer algo en el presente y con música un poco más actual, realmente sí, era una apuesta», describe el creador.
Una música crítica
En ‘Quisqueya’, el término indígena del pueblo taíno para nombrar a la isla La Española y ahora a República Dominicana, García habla «de cómo se ha seguido repitiendo a través de la historia el manejo de los políticos» y «la manera en la que han venido vendiéndole un sueño al pueblo a través del desarrollo del turismo».
«Operar un turismo que es solo para otras personas, no para los propios dominicanos. También a través de las religiones, cómo hemos sido manejados y controlados a través de esas fuerzas, pero cómo seguimos siendo un país alegre y resiliente ante todas esas situaciones. Lo pongo sobre la mesa para poder entender», elabora.
Para crear el tema, García se reapropió mediante el ‘sampling’ de elementos de ‘La era gloriosa’, una canción de propaganda de la época del dictador dominicano Rafael Trujillo (1930-1961).
Por otro lado, el artista busca «los orígenes de la música dominicana» desde el comienzo de su carrera como solista, en 2010, tras haber formado parte de la banda de funk ‘Calor urbano’ desde 2002.
Por ello, se inspiró después de vivir más de 10 años en Colombia, donde él aprecia que «sí sigue viva la cultura indígena» y «diferentes artistas han podido trabajar a partir de la música y de las costumbres indígenas».
«Cuando se habla del origen de la música dominicana se toma la parte rítmica, digamos, los tambores y los toques de la cultura africana y toda la parte de las cuerdas y de la armonía de la parte ya española, pero nunca se habla de la parte indígena», opina.
El gusto por los ritmos latinos se diversifica
En un contexto en el que la música latina exitosa ha trascendido más allá del reguetón, García percibe que «hay muchos más oídos hoy en día para estas expresiones» de ritmos fieles a sus países.
«Hasta hace poco tiempo dejó de ser solamente esa música que entretiene y que es para bailar y la gozadera. Y, si bien, sí tenemos mucho de eso, también hay otras expresiones mucho más profundas, de ancestralidad, de espiritualidad, de millones de cosas que también nos caracterizan», opina.
El cantautor prepara en noviembre presentaciones en Costa Rica, Puerto Rico y Guatemala, mientras que el próximo año espera recorrer Estados Unidos y Latinoamérica, incluyendo México y Perú.EFE