El legislador demócrata Jamie Raskin, que actúa como fiscal en el juicio político contra el exmandatario Donald Trump, lo acusó este miércoles de ser el «incitador en jefe» de la toma del Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero pasado.
La evidencia «va a demostrar que el expresidente Trump no fue un espectador inocente» y que él «renunció a su rol de comandante en jefe y se convirtió en el incitador en jefe de una peligrosa insurrección», afirmó Raskin en el proceso ante los 100 senadores que ejercen como jurados.
La turba «fue enviada acá por el presidente, fueron invitados por el presidente de Estados Unidos» afirmó Raskin este miércoles al comienzo de la fase de argumentación del proceso.
Antes de la toma del Capitolio Trump se dirigió a sus seguidores cerca de la Casa Blanca y les dijo que las elecciones de noviembre fueron «robadas», además los incitó a «luchar como el demonio».
Después, los seguidores de Trump irrumpieron en el Capitolio para detener el proceso de certificación de la elección.
Durante el juicio político -que probablemente concluirá con la absolución de Trump- el exmandatario republicano no comparecerá ante el Senado.
Los demócratas deben convencer a los senadores de que el exmandatario es culpable del cargo de incitación a la insurrección. Raskin afirmó que la «evidencia va a demostrar que él sabía lo que iba a ocurrir y que no estaba para nada sorprendido por la violencia».
Además Raskin refutó los argumentos expuestos el martes por la defensa del exmandatario de que sus discursos están protegidos por el derecho a la libertad de expresión y afirmó que «describir a Trump como un tipo en la calle que está siendo castigado por sus ideas es una descripción falsa de sus acciones».
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