Agencias.- El compromiso de Taylor Swift y Travis Kelce, anunciado ayer en Instagram, no solo captó la atención de millones de fanáticos, también reavivó la curiosidad por los anillos de compromiso más caros del nuevo milenio. El ala cerrada de los Kansas City Chiefs diseñó junto a la joyera Kindred Lubeck una pieza vintage con diamante old mine sobre banda de oro, cuyo valor podría oscilar entre 250,000 y 5 millones de dólares, dependiendo de la calidad de la piedra. Aunque espectacular, la joya de Swift no alcanza a entrar en el Top 10 de los anillos más costosos del siglo XXI.
Un estudio de Dinero.mx trazó el ranking de las joyas más exclusivas, considerando el valor estimado en dólares, quilates y procedencia. El listado lo encabeza Mariah Carey, quien en 2016 recibió de James Packer un diamante de 35 quilates engastado en platino, valorado en 10 millones de dólares. La boda nunca se concretó, pero la cantante vendió la pieza años más tarde.
El segundo lugar pertenece a Beyoncé, cuyo esposo Jay-Z le obsequió un diamante esmeralda de 24 quilates adquirido por 5 millones, aunque su valor actual supera los 9 millones. En tercera posición aparece Kim Kardashian, con un diamante de 20 quilates diseñado por Lorraine Schwartz, valorado en 8 millones.
El listado también incluye a Jennifer Lopez, quien ha recibido dos de los anillos más icónicos: un raro diamante verde de 8,5 quilates de Ben Affleck (5 millones) y un diamante azul de Marc Anthony en 2004 (4,1 millones). La selección se completa con Georgina Rodríguez, prometida de Cristiano Ronaldo, cuyo anillo ovalado de 37 quilates se estima en 5 millones; Paris Hilton, con un diamante canario de 25 quilates (4,7 millones); Vanessa Bryant, con un diamante púrpura de 8 quilates (4 millones); Serena Williams, con un anillo de 17 quilates (3 millones); y Anna Kournikova, que luce un diamante rosa de 11 quilates (2,5 millones).
Más allá del precio, el estudio señala que estas piezas son reflejo de tendencias y simbolismos. Las piedras de colores, como los diamantes verde o azul de JLo, transmiten mensajes de suerte, renovación y profundidad emocional, mientras que cortes vintage como el old mine de Taylor Swift evocan artesanía y nostalgia. Por su parte, los diamantes esmeralda o cushion, favoritos de Beyoncé y Kim Kardashian, expresan modernidad y brillo pensado para las cámaras.
Estos anillos son más que joyas: representan amor, lujo y espectáculo, piezas diseñadas para perdurar en la memoria colectiva. El interés público, remarcan los expertos, está tanto en la historia romántica como en el despliegue de extravagancia que rodea a cada compromiso.
