Cuando la directora de origen dominicano Gabriela A. Moses planteó su ópera prima, "Boca Chica", tenía claro que su deber era hacer cine reivindicativo, que llegará al corazón del público, y se puso manos a la obra con una historia dura pero real: la de la vida de una niña de 12 años envuelta en una trama de turismo sexual.