La firma británica debuta en el mundo de la electromovilidad con un coupé de líneas clásicas, interior ultralujoso y un sistema de propulsión con casi 600 caballos de potencia.
El automóvil tiene los paneles de la carrocería hechos de grandes láminas de aluminio para crear un contorno distintivo inspirado en los yates de carreras de principios del siglo XX.