Uganda tiene una estricta legislación anti-homosexualidad, herencia de las leyes coloniales británicas, aunque desde su independencia en 1962 no se han presentado condenas por prácticas consentidas sexuales entre personas del mismo género.
La pieza fue apoyada por los representantes de la provincia Francisco Solimán y Juan Julio Campo, así como el representante de La Romana Eugenio Cedeño Areché.