La campeona del mundo Jenni Hermoso reiteró el martes ante un juez que el beso forzado que recibió del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, no fue "en ningún momento consentido" y que después sufrió presiones para salir en su defensa.
El juez que investiga el caso Rubiales toma declaración como testigos a tres trabajadores de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), entre ellos el que fuese jefe de gabinete de su expresidente Luis Rubiales, principal investigado por el beso en la boca que dio a Jenni Hermoso tras la final del Mundial.