Esta temporada, los aviones cazahuracanes de la NOAA volaron más de 582 horas para recopilar datos atmosféricos que son críticos para el pronóstico y la investigación de los ciclones.
Estos recursos se emplearán para facilitar ayuda humanitaria a los afectados por el paso de los huracanes Julia, Fiona y Lisa, las tormentas tropicales y lluvias de los últimos meses, que causaron pérdidas humanas y numerosa destrucción, así como para evaluar daños, identificar zonas de riesgo y rehabilitar infraestructuras