El censo es un instrumento indispensable para los gobiernos, desde las épocas más antiguas, porque les permite diseñar mejores políticas económicas y sociales, al conocer en detalle cuántos somos, dónde y cómo vive la gente, qué tiene y de qué carece en sus hogares, sus niveles educativos, entre otros importantes datos necesarios para la planificación.