Santo Domingo.- En medio de la reciente ola de crímenes que ha estremecido a Santiago, sociólogos advierten que la República Dominicana atraviesa un proceso de normalización de la violencia, un fenómeno que, aseguran, ya forma parte de la vida cotidiana y amenaza con profundizar la crisis social del país.
De acuerdo con los especialistas, la agresividad se ha instalado en todos los niveles de convivencia, desde los hogares hasta las instituciones, generando una espiral que, sin una transformación cultural profunda, será difícil detener. “Los conflictos interpersonales son la incapacidad de gestionar las diferencias, y eso se traduce en violencia. El homicidio es el rostro más extremo de esa conflictividad”, explicó el sociólogo Cándido Mercedes.
En tanto, la también socióloga Virtudes De la Rosa señaló que esta realidad se sustenta en masculinidades violentas y una cultura del sálvese quien pueda, donde la imposición reemplaza al diálogo. “Esto permite que se sigan desarrollando formas de ser hombre y de relacionarse con el otro basadas en la fuerza, no en la empatía”, enfatizó.
Los expertos coinciden en que la violencia no proviene únicamente de la delincuencia, sino también de la falta de educación emocional, el machismo y el deterioro de los valores sociales. Advierten que sin una educación integral para la paz y sin un compromiso real contra la impunidad, el país seguirá repitiendo el mismo patrón violento.
“Hay que educar en la cultura de la paz, en la honestidad, la honradez y el diálogo”, insistió Mercedes, mientras De la Rosa destacó que el cambio debe incluir “una nueva forma de ser hombre, una nueva forma de ser mujer y una nueva manera de concebirnos como sociedad”.
La creciente inseguridad también preocupa a los ciudadanos, que dicen vivir con miedo. “La gente se mata hasta por un turno o un ticket. Ya nadie quiere salir a la calle porque esto está cada vez peor”, lamentó Yokaira Montero, residente en Santiago. Otro ciudadano, Rolando Féliz, pidió fomentar “una cultura de paz y armonía entre todos, porque este país nos duele a todos”.
Ambos sociólogos reiteran que la violencia no se combate solo con más policías, sino con más educación, equidad y humanidad, un cambio cultural que consideran urgente para que los dominicanos puedan volver a vivir sin miedo.