México | AFP | Una controversia se desató en México luego de que trascendiera que la selección femenina de sóftbol, que terminó cuarta en la competencia de Tokio-2020, tirara a la basura sus uniformes oficiales y parte de su equipamiento en la Villa Olímpica.
«Estamos indignados con la (s) jugadora (s) y se realizará una investigación a fondo para encontrar a la (s) responsable (s) de estos actos aplicando las debidas sanciones», fue la postura que fijó la Federación Mexicana de Sóftbol (FMS) en un comunicado.
La FMS se manifestó así luego de que las boxeadoras mexicanas Esmeralda Falcón y Brianda Tamara acusaran en redes sociales que las softbolistas dejaron tirados en bolsas los uniformes y artículos de juego.
«Quizá para algunos de los compañeros deportistas no signifiquen nada estos uniformes, pero para muchos otros representan nuestros años de trabajo, dedicación, amor y pasión. Qué pena que el equipo de softball mexicano no lo vea así», escribió Esmeralda Falcón en Twitter con fotos de los uniformes abandonados.
Por su lado, Brianda Tamara expresó, también en Twitter, que «este uniforme representa años de esfuerzos, sacrificios y lágrimas. Todos los deportistas mexicanos anhelamos portarlo dignamente, y hoy tristemente el equipo mexicano de softbol lo dejó todo en la basura de las villas olímpicas».
Ante la denuncia de las boxeadoras, Rolando Guerrero, presidente de la Federación Mexicana de Sóftbol, justificó a título personal la decisión de las softbolistas de dejar sus uniformes por un tema de «sobrepeso» para el viaje de regreso.
«No es lo mismo empacar 33 bates que traemos que empacar un par de guantes, todo el equipo que traemos es demasiado: equipo de protección, doble careta, cascos, uniformes de entrenamiento, de juego; es sobrepeso y lo tiras en la basura», dijo Guerrero en declaraciones para la televisión mexicana.
Ofrecieron disculpa
En redes sociales se desató un debate en torno a la doble nacionalidad de la mayoría de las softbolistas que nacieron en Estados Unidos y son hijas de padres mexicanos, y que por esa razón no les importó tirar los uniformes representativos de la delegación nacional.
«Repruebo total y enérgicamente esta penosa situación con las jugadoras que vinieron a los Juegos por México, pero seguramente ya no se sienten mexicanas pese a que se les dio todo el apoyo y cariño para que pudieran competir en Tokio», dijo Carlos Padilla Becerra, presidente del Comité Olímpico Mexicano, en declaraciones para un periódico mexicano.
En su comunicado, la Federación Mexicana de Softbol rechazó la idea del sobrepeso como motivo para tirar los uniformes, ofreció «una disculpa a todo México» y advirtió que entre las sanciones a las responsables podría considerarse la expulsión de la FMS.
Horas más tarde, la selección femenil mexicana de softbol ofreció disculpas también en redes sociales; las jugadoras argumentaron que no tenían los medios suficientes para transportar todos sus artículos deportivos.
«No teníamos intención de faltarle el respeto a nuestro país ni a nuestra bandera. No teníamos intención de ignorar lo que significa estar en los Juegos Olímpicos para tantos. Nos llevamos a casa todos nuestros uniformes de juego, ropa bordada y equipo de softbol lo que podía caber en una sola maleta. Entendemos que eso no es excusa para dar la impresión de desprecio por un evento tan histórico», explicaron.
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