Moscú, 7 dic (EFE).- Rusia abrió este jueves la campaña electoral a la espera de que el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, presente oficialmente su candidatura a la reelección, aunque la oposición extraparlamentaria no pierde el tiempo y ya llamó a los rusos a desbancar al actual jefe del Estado.
La presidenta del Senado, Valentina Matviyenko, dio «el pistoletazo de salida de la campaña electoral» después de que la cámara alta convocara los comicios presidenciales para el 17 de marzo de 2024.
Éstas serán las primeras elecciones federales desde el comienzo de la guerra en Ucrania, votación en la que podrán participar los habitantes de las zonas ocupadas por Rusia en el este y sur del país vecino, incluido la anexionada península de Crimea.
Candidato Putin
Es un secreto a voces de que Putin, que domina desde hace más de dos décadas la política rusa, anunciará su candidatura el 14 de diciembre durante su conferencia de prensa anual, la primera desde 2021.
Por de pronto, según el sondeo del Fondo de Opinión Pública publicado el jueves, el 70 % de los rusos aboga porque Putin postule su candidatura y solo un 8 % que abandone la política.
«Nuestro pueblo tomará la única decisión correcta al votar por Rusia, por la victoria, por el futuro de un país fuerte y soberano», dijo Matviyenko.
En caso de victoria, Putin permanecerá en el Kremlin otros seis años, aunque la reforma constitucional le permite perpetuarse en el poder hasta 2036, con lo que superaría al mismísimo Iósif Stalin.
La prensa, que citó fuentes de la administración presidencial, adelantó que la campaña se centrará en el antagonismo con Occidente, con especial énfasis en Estados Unidos y la OTAN, que suministran armamento al ejército ucraniano.
Referéndum sobre la guerra
La oposición y los analistas ven los comicios como un referéndum sobre la guerra que Putin lanzó en febrero de 2022 y que el ejército ruso está muy lejos de ganar, aunque la popularidad del presidente, según las encuestas oficiales, aún ronda el 80 %.
«Para Putin las elecciones de 2024 son un referéndum para aprobar sus acciones, para aprobar la guerra», escribió desde la cárcel el líder opositor, Alexéi Navalni, en su canal de Telegram.
Aunque Moscú sigue reconociendo solo 5.937 bajas, medios independientes rusos hablan de más de 50.000 soldados fallecidos y la OTAN cifró en 300.000 las pérdidas -entre muertos y heridos- en las filas rusas.
Esto ha provocado la aparición de un movimiento de protesta integrado por las esposas y familiares de los reservistas rusos que demanda el fin de la movilización indefinida y que ha advertido al inquilino del Kremlin que ellas «también son votantes».
Por eso, según la prensa, el tema de la «victoria» no será utilizado tan profusamente durante la campaña, ya que el ejército ruso no ha logrado más que una sola victoria reseñable en los últimos doce meses de combates, la toma de Bajmut, aunque ahora ha recuperado la iniciativa en el frente.
El Kremlin necesita una victoria aplastante en las elecciones, que debe superar anteriores resultados (76 % en 2018), es decir, más de un 80 %.
La Comisión Electoral Central está dispuesta a poner de su parte, ya que volverá a utilizar el voto electrónico, el principal instrumento de fraude oficialista, según la oposición.
Además, el viernes decidirá si los rusos votan no un día, sino tres, lo que dificultaría aún más fiscalizar el escrutinio, según los observadores independientes.
Sin boicot opositor
Coincidiendo con el anuncio electoral, Navalni rechazó la posibilidad de boicotear los comicios y llamó a los rusos a votar «a cualquier otro candidato» que no sea Putin.
«Sin duda, a nosotros nos espera una parodia de proceso electoral. Y los resultados finales, como es habitual, los manipularán. Pero cualquier elección, incluso la más falsa, es tiempo de duda. La gente se replantea sobre quién está en el poder y para qué», dijo hoy Navalni, que cumple 30 años de prisión.
Hace menos de dos meses Navalni había rechazado la opción de respaldar a los líderes de los partidos con representación parlamentaria como el comunista Guennadi Ziugánov o el ultranacionalista Leonid Slutski por su apoyo a la guerra en Ucrania.
«Lo que es aún más importante, llamamos a cada uno a utilizar los cien días que quedan hasta la votación para hacer propaganda contra Putin (…). Explicar que Putin, de 71 años, lleva 24 años en el poder y no debe permanecer en él otros seis. Él perjudica a Rusia. Debe marcharse», afirmó, al tiempo que sus aliados lanzaron la campaña «Rusia sin Putin» en la web (neputin.org).