El Estado dominicano empezó a recibir informaciones de inteligencia de las agencias colombianas y estadounidenses sobre las operaciones de narcotráfico que realizaba Rafael Ynoa en el país, desde el año 2019.
Rafel Ynoa, arrestado el pasado miércoles durante la operación Búfalo NK, y señalado como cabecilla de una red internacional de tráfico de drogas, llegó al país deportado de los Estados Unidos en el año 2016, tras haber cumplido 12 de prisión en ese país por narcotráfico.
Desde que llegó, se dedicó a fortalecer sus relaciones con sus contactos en Colombia y Venezuela, para enviar droga a Europa y los Estados Unidos y retomó sus actividades ilícitas.
“Las autoridades dominicanas comenzaron a recibir informaciones de inteligencia de agencias colombianas y estadounidenses, que confirmaban la actividad en territorio y costas dominicanas de parte de esta estructura, por lo cual, en enero del año 2019, los organismos de inteligencia de la República Dominicana comenzaron a darle seguimiento electrónico y físico”, dicen los fiscales en el expediente sobre el caso.
Explican que Rafael Ynoa creo una empresa criminal de narcotráfico, tráfico de armas, sicarito y lavado de activos con participación en igualdad de condiciones con Isidoro Rotestan Clase (a) “El Men” y/o “Juan Carlos”.
“Para ocultar este antecedente realizó transformaciones en sus datos personales como cambiar la letra inicial de su apellido “Inoa” por “Ynoa”; cambios en su fecha de nacimiento de 10 de julio de 1961 a 20 de julio de 1961, entre otros datos”, dice el expediente.
Se recuerda que el pasado miércoles, tanto Rafael Ynoa como su socio Isidoro Rotestan Clase, fueron capturados en una operación realizada por el Ministerio Público y la Dirección Nacional de Control de Drogas, con el apoyo del Ministerio de Defensa (a través de sus tres fuerzas, Armada, Ejército y Fuerza Aérea), Organismos de Inteligencia del Estado, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y el Comando Sur de Estados Unidos de Norteamérica.
La Operación Búfalo NK fue desplegada por aire, mar y tierra, en las provincias de Santo Domingo, Puerto Plata, María Trinidad Sánchez, La Romana y Samaná.