París, EFE.- El presidente francés, Emmanuel Macron, comenzó hoy los contactos para formar un nuevo Gobierno, un día después de que la Asamblea Nacional aprobara una moción de censura contra el Ejecutivo de Michel Barnier.
La moción, apoyada por la izquierda y la extrema derecha, obtuvo 331 votos a favor, superando ampliamente los 288 necesarios para provocar la caída del Ejecutivo. Esta situación devuelve al presidente Macron la responsabilidad de buscar una salida al bloqueo político que enfrenta el país.
Barnier presenta su dimisión
El aún primer ministro, Michel Barnier, de 73 años, se reunió esta mañana con Macron en el palacio del Elíseo, donde presentó formalmente su dimisión. Barnier, quien asumió el cargo en septiembre, se convierte en el primer ministro más efímero de Francia desde la Segunda Guerra Mundial.
Antes de la votación, Barnier había advertido sobre los riesgos de la inestabilidad política, pero su llamado no fue suficiente. La moción se consolidó el lunes, cuando la líder ultraderechista Marine Le Pen rompió las negociaciones con el Gobierno.
Macron evalúa alternativas
Macron, quien regresó al Elíseo tras una visita oficial a Arabia Saudí, ha iniciado una serie de reuniones para definir un nuevo jefe del Ejecutivo. Entre los nombres que suenan como posibles sustitutos están el actual ministro de Defensa, Sébastian Lecornu, el veterano centrista François Bayrou, el ex primer ministro socialista Bernard Cazeneuve y el ministro del Interior, Bruno Retailleau.
Hoy, el mandatario recibirá a la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, y al presidente del Senado, Gérard Lacher, quienes han urgido a un nombramiento rápido para evitar un vacío de poder en vísperas de la reapertura de la catedral de Notre Dame este fin de semana.
Grupos políticos fijan posiciones
Los partidos políticos han comenzado a marcar sus posiciones frente a la crisis. La coalición de izquierda, liderada por La Francia Insumisa, insiste en que el puesto de primer ministro debe recaer en su bloque, al considerarse ganador de las últimas legislativas. Por su parte, los parlamentarios macronistas han planteado la idea de buscar una «mayoría de no censura» para garantizar la estabilidad hasta el próximo verano.
El socialista Gabriel Attal, líder del grupo oficialista, busca un Gobierno de transición que pueda desbloquear los presupuestos y estabilizar la situación política, aunque esto requeriría fracturas dentro de la coalición de izquierda, algo que sus líderes descartan públicamente.
Contexto y desafíos para Macron
El rechazo a Barnier refleja las dificultades de Macron para gobernar en una Asamblea dividida en tres bloques irreconciliables. La Constitución impide disolver el órgano legislativo hasta el próximo verano, dejando al presidente con un margen limitado para actuar.
El tratamiento del presupuesto 2024 y la prima de riesgo de Francia, que se acerca a niveles críticos, son desafíos inmediatos para el próximo primer ministro. Mientras tanto, la actual administración seguirá operando en funciones hasta que se defina su sucesor.
La crisis recuerda la moción de censura de 1962 contra Georges Pompidou, aunque las circunstancias actuales dificultan una solución rápida. Macron deberá equilibrar los intereses de los diferentes bloques políticos para evitar un nuevo estancamiento en un país que enfrenta una creciente incertidumbre política y económica.