Cada año, millones de musulmanes en el mundo esperan con ansias el avistamiento de la nueva luna creciente, que marca el inicio oficial de Ramadán, el noveno mes del calendario islámico y el más sagrado en la cultura islámica. Su inicio varía cada año, ya que el calendario islámico es lunar y sigue las fases de la luna.
Este año, Ramadán comenzará entre el 28 de febrero y el 2 de marzo, dependiendo de la visibilidad de la luna, y finalizará tras la puesta de sol del 29 de marzo con la celebración de Eid al-Fitr. Si la luna no es visible debido a la nubosidad o condiciones atmosféricas, se utilizan cálculos lunares para determinar su presencia en el cielo.
El origen de Ramadán y su importancia en el islam
El mes de Ramadán ya formaba parte del calendario de los árabes antiguos antes de la llegada del islam. Su nombre proviene de la raíz árabe “ar-ramad”, que significa “calor abrasador”. Según la tradición islámica, en el año 610 d. C., el arcángel Gabriel se apareció al profeta Mahoma y le reveló el Corán, el libro sagrado del islam. Este evento, conocido como Laylat Al Qadr o la “Noche del Destino”, ocurrió durante el mes de Ramadán.
El Corán, compuesto por 114 capítulos, es considerado la palabra directa de Dios o Alá. Junto con los hadices, relatos sobre los pensamientos y acciones del profeta Mahoma, conforma los textos religiosos fundamentales del islam.
El ayuno durante Ramadán es un acto de conmemoración de la revelación del Corán y una forma de purificación espiritual. Un dicho del profeta Mahoma destaca su importancia: «El ayuno es un escudo, así que quien ayune debe evitar el lenguaje obsceno y el comportamiento ignorante. Si alguien lo insulta o lo incita a pelear, debe responder: ‘Estoy ayunando, estoy ayunando’”.
Cómo se observa el mes de Ramadán

Durante Ramadán, los musulmanes buscan fortalecer su relación con Alá, orando, recitando el Corán y actuando con intención y generosidad. Se abstienen de mentir, chismear y pelear, promoviendo la reflexión y el autocontrol.
El ayuno es obligatorio entre el amanecer y el atardecer para todos los musulmanes, con excepción de los enfermos, embarazadas, viajeros, ancianos y mujeres en su periodo menstrual. Los días no ayunados pueden recuperarse más adelante, ya sea de forma continua o esporádica.
Las comidas tienen un fuerte significado comunitario, ya que los musulmanes rompen el ayuno juntos. Antes del amanecer, realizan el suhoor, la primera comida del día, generalmente a las 4:00 a. m., antes de la oración de fajr. El ayuno se rompe con el iftar, que comienza después de la oración de Magreb, alrededor de las 7:30 p. m.. Como lo hizo el profeta Mahoma, muchos musulmanes rompen su ayuno con dátiles y agua, ya que estos frutos son nutritivos, fáciles de digerir y ricos en azúcares naturales.
Eid al-Fitr: el fin de Ramadán y la celebración del ayuno
El último día de Ramadán marca el inicio de Eid al-Fitr, la «fiesta de la ruptura del ayuno». Esta celebración comienza con oraciones comunitarias al amanecer y se extiende por tres días, durante los cuales las familias y amigos se reúnen para orar, compartir comidas, intercambiar regalos y honrar a sus familiares fallecidos.
Algunas ciudades organizan grandes reuniones de oración y festivales, reforzando el sentido de comunidad y gratitud. A pesar de las diferencias en la forma de celebrarlo, el espíritu de Ramadán se mantiene intacto como un período de piedad, autorreflexión y conexión con Alá.
(Historia de National Geographic)