La oxitocina forma parte del llamado “Cuarteto de la Felicidad”, un conjunto de hormonas importantes en nuestro estado de ánimo, junto con la serotonina, la dopamina y las endorfinas.
“Este término se ha popularizado debido a la influencia positiva que tienen en nuestro bienestar emocional. Cada una de ellas desempeña un papel importante y, en conjunto, contribuyen a generar una sensación de felicidad y bienestar. Estas hormonas son neurotransmisores que se producen en diferentes partes del cuerpo y tienen efectos específicos en el cerebro”, explicó a Infobae en una nota recientela doctora Laura Maffei, (MN 62441), endocrinóloga, especialista en estrés, directora de Maffei Centro Médico.
Y agregó: “La oxitocina es conocida por su papel en la formación de vínculos sociales y el establecimiento de relaciones afectivas, y también puede reducir los niveles de ansiedad y estrés. De manera coloquial se la conoce como la “hormona del amor”. Juega un papel fundamental en las relaciones sociales y el apego emocional. Se libera durante el contacto físico, como abrazos y besos”, señaló la doctora.

La oxitocina (OXT) entonces es una hormona conocida por sus efectos sobre el bienestar psicológico y los vínculos emocionales en los animales. Curiosamente, las investigaciones han demostrado que esta sustancia química natural del cerebro también desempeña un papel crucial en otros procesos cognitivos, incluidos el aprendizaje y la memoria. Ahora, científicos señalan haber descubierto exactamente cómo la OXT influye en la memoria en los animales al estudiar las “neuronas OXT” que contienen receptores OXT y funcionan de manera diferente según la disponibilidad de la sustancia química en el cerebro.
En un estudio reciente publicado en PLOS One, un grupo de investigadores, encabezado por el profesor Akiyoshi Saitoh, junto con Junpei Takahashi de la Universidad de Ciencias de Tokio, profundizaron en las complejas vías neuronales y los mecanismos de señalización activados por OXT. Ofrecieron conocimientos sin precedentes sobre sus implicaciones para el aprendizaje y la memoria.
“Anteriormente habíamos sugerido que la oxitocina podría ser un nuevo candidato terapéutico para la demencia basándonos en estudios que utilizaron un modelo de ratón de la enfermedad de Alzheimer”, dijo Saitoh.

En este estudio anterior, los investigadores de la Universidad de Ciencias de Tokio habían demostrado a través de un experimento en ratones que un derivado de la oxitocina con modificaciones permitía mejorar la perfusión cerebral y revertir el deterioro cognitivo inducido por la proteína.
Continuó el profesor Saitoh: “Para investigar esto más a fondo, en este estudio el equipo de científicos examinó el papel de la OXT endógena en la función cognitiva del ratón. Esto se hizo mediante el uso de técnicas farmacogenéticas para activar específicamente las neuronas OXT en regiones específicas del cerebro. Luego se evaluó la función cognitiva de los ratones mediante la tarea de reconocimiento de objetos novedosos (NORT)”.
Curiosamente, un mayor número de neuronas positivas para c-Fos en SuM y la circunvolución dentada (una región dentro del hipocampo del cerebro) después de NORT indicó la participación de las neuronas OXTérgicas en el mantenimiento de la memoria a largo plazo a través de estas regiones. Además, el equipo empleó la activación selectiva de los axones OXTergic en SuM, lo que hizo que los ratones pasaran más tiempo explorando objetos nuevos, lo que sugiere una modulación directa de la memoria de reconocimiento de objetos por parte de los axones OXTergic que se proyectan desde PVN a SuM.