Donald Trump ha vuelto a ganar las elecciones en los Estados Unidos, por lo que se convertirá, luego de juramentarse, en el cuadragésimo séptimo (47, se entiende mejor) presidente de los Estados Unidos.
Trump ha derrotado de manera contundente a la vicepresidenta Kamala Harris, quien debió postularse ante el abandono de la carrera por parte del presidente Joe Biden, aquejado de serias limitaciones para aspirar por un nuevo mandato.
Mucha gente no entiende cómo Trump ha podido recuperarse de su derrota del 2020 y de sus problemas judiciales, para protagonizar un retorno al poder sin precedente en la historia política norteamericana.
Llama la atención que, de acuerdo con las estadísticas electorales de los comicios de este martes, más mujeres, latinos y negros (como ellos mismos se llaman) votaron en esta ocasión por el candidato republicano.
Trump, como ya se sabe, tendrá a su favor el control republicano del Senado y la Cámara de Representantes. Pero, además, una Corte Suprema de los Estados Unidos con una mayoría de jueces conservadores.
Esta victoria de Trump, distópica para algunos analistas, debe analizarse en el contexto de un mundo que parece volver, en términos políticos, a una época mucho más conservadora, similar -quizás- a la que protagonizaron Ronald Reagan y Margaret Thatcher, conocida como “La dama de hierro”.
Los dominicanos debemos apostar a un fortalecimiento de las relaciones bilaterales con los Estados Unidos, a un mayor intercambio comercial bilateral, al crecimiento de la inversión extranjera norteamericana en el país y a la recepción de cada vez más turistas de esa gran nación.
Por eso, es importante hacer un empeño porque le saquemos el mayor provecho al nuevo gobierno de un mandatario que, como Donald Trump, ya es un conocido para los dominicanos.