
París, Francia.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recomendó a una quincena de países, entre ellos República Dominicana, poner precio a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) debido a que es una buena medida también para los que están en desarrollo.
Consideró que tiene muchos efectos positivos desde el punto de vista fiscal y medioambiental, y aseguró que “ha llegado la hora de ir hacia un precio del carbono de forma explícita” en un estudio publicado.
Entre los países analizados hay siete africanos, seis americanos (Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Jamaica y Uruguay) y dos asiáticos.
«Además de reducir las emisiones de efecto invernadero, tarificar el carbono puede hacer retroceder la contaminación atmosférica local y la activid mnhhhjjjnmmd informal, y facilitar un alineamiento para el desarrollo y la acción climática», explicó la OCDE.
Globalmente, si se fijara un precio de 30 euros por tonelada de CO2, que según el consenso es el costo mínimo de los daños que generan esas emisiones, esos quince Estados recaudarían el equivalente del 1 % de su producto interior bruto (PIB).
El primer paso sería eliminar las ayudas públicas al consumo de energía, que son en su mayor parte subsidios a los combustibles. De los quince, Ecuador es el que ofrece los subsidios más generosos, equivalentes al 3 % de su PIB.
En total, el costo neto para las arcas públicas de la energía en Ecuador es de casi el 2,8 % del PIB, cuando en el otro extremo a Jamaica los impuestos reportan más del 2 % y a Costa Rica un poco más del 1,5 %.
Para los quince objetos del estudio, la fiscalidad energética neta (una vez descontados los subsidios) representa en torno al 0,5 %, una cifra en cualquier caso sensiblemente inferior al 1,6 % de media en la OCDE.
Los autores del informe hacen notar que las subvenciones a la energía no solo gravan las cuentas públicas, sino que «a menudo son perjudiciales para el medio ambiente porque incitan al consumo de energía».
Fuente: EFE