Una vez más la República Dominicana lidera el crecimiento económico de América Latina. De enero a noviembre de este año, el producto interno bruto acumula un promedio de 5.1%. Lo cual sugiere que el 2024 terminará con una expansión económica de poco más de un 5% del PIB.
Otro dato importante es que la inflación volverá a terminar este año dentro del llamado “rango meta” de la política monetaria del Banco Central, o sea, en un 4% con una ligera variación de un punto porcentual hacia abajo o hacia arriba.
Es importante resaltar que ese crecimiento estuvo liderado por dos sectores: Turismo y la actividad financiera. El turismo creció entre enero y noviembre un 9.4%, una de las expansiones más importantes, a pesar de las amenazas de reducción o eliminación de algunos incentivos a ese sector.
La actividad financiera creció un 9.2% en los primeros once meses del año, pues los préstamos al sector privado crecieron en casi un 12%, por un monto que ascendió a RD$190,946.5 millones. O sea, que para esta fecha ese monto ya excedió los RD$200,000 millones. En esto la flexibilización monetaria fue determinante.
Todos estos datos los ha ofrecido el Banco Central, el cual destaca que hasta el cierre de noviembre pasado al país ingresaron 9,942,659 visitantes, cifras que ya habría superado los once millones en el transcurso de este último mes del año.
Otros sectores, como la industria local, las zonas francas, la agropecuaria, comercio y los servicios, han tenido en el 2024 tasas de crecimiento por encima del 4%. Algunos superiores al 5%, como es el caso de energía y agua.
Todos estos resultados, buenos por qué no decirlos, son los que explican que en el 2024 la economía haya seguido creando más de 100,000 empleos directos y se hayan creado miles de nuevas pequeñas y medianas empresas, muchas de ella dirigidas por jóvenes emprendedores.
Para 2025 lo deseable es que las políticas públicas que coadyuvaron para que el país obtuviera esos niveles de crecimiento en casi todos los sectores, sigan poniéndose siendo ejecutadas, porque el crecimiento con baja inflación es indispensable para lograr el progreso y el bienestar.