NOTICIAS RNN, SANTO DOMINGO.- La señora Janet Jiménez llora desconsolada la muerte de su hijo, el joven Justin Alcántara Jiménez, quien fue ultimado a balazos la noche del lunes en Villa Mella, para robarle su motocicleta. Le faltaban horas para cumplir 20 años.
El hecho ocurrió cuando Jostin, en vísperas de celebrar años, regresaba junto a otro compañero de su trabajo y fue sorprendido por dos sujetos en los alrededores de la Charles de Gaulle con Hermanas Mirabal, donde le propinaron los balazos que le arrebataron la vida.
La madre lamenta la tragedia, que le sobrevino a su hijo a tan temprana edad. Entre sollozos y acongojada, dice:
«Mi hijo tenía cuatro meses trabajando en Induveca, venía de su trabajo, me le dieron un tiro y me lo mataron, me mataron a mi hijo.»
«Yo pido misericordia al Señor por esas personas que lo hicieron, pero también pido justicia, que se investigue el caso, porque mi hijo era bueno; no porque era mi hijo, sino los vecinos pueden decirlo, testificar de mi hijo, que mi hijo era un muchacho estudiante y trabajador».
Desde los siete añitos, Jostin trabajaba con su padre vendiendo víveres en un camión. Con el pasar del tiempo, su madre le aconsejó que estudiara para que lograra superarse, «y él me hizo caso, terminó su estudio».
Los sábados estudiaba en Infotep, hacía cursos técnicos, se capacitaba y tenía grandes aspiraciones. Su acompañante la noche trágica, no identificado todavía, ha estado detenido para fines de investigación.
