Al menos 13 personas fallecieron a causa de la intensa ola de calor que golpea desde hace dos semanas a Estados Unidos, según autoridades, mientras la calidad del aire en el territorio empeora debido a incendios forestales en la vecina Canadá, atribuidos por expertos al cambio climático.
La mayor cantidad de víctimas, 11, se registró en el condado de Webb, sur del estado de Texas (sur), frontera con México.