
Se llama A68a, su tamaño equivale a cuatro veces la ciudad de Londres,y se separó de la Antártida en 2017.
Ya no es tan colosal, desde 2017 ha estado viajando a la deriva por el Atlántico Sur alejándose cada vez más del Polo Sur. A medida que lo ha hecho también ha perdido volumen y hasta ha comenzado a fracturarse. Ahora, amenaza con chocar con Georgia del Sur, una isla prácticamente del mismo tamaño que el propio iceberg.
A los científicos marinos les preocupa que su presencia dañe el frágil ecosistema que prospera alrededor de la isla, ya sea por el raspado de la quilla del iceberg en el lecho marino o por la liberación masiva de agua dulce fría al océano circundante. Lo cerca que llegará el témpano depende de la profundidad de su quilla, pero solo con las mediciones de la forma cambiante del témpano, esto ha sido imposible de determinar con confianza.
Las fotografías muestran que el A68a ha comenzado a presentar una estructura más irregular que la que tenía en meses anteriores, lo que los científicos atribuyen al impacto de las olas y las aguas más cálidas.