El documento de solicitud de medida de coerción del Ministerio Público revela que Santiago Hazim, exdirector del Seguro Nacional de Salud (Senasa), habría sostenido reuniones previas a su designación oficial en la institución, durante las cuales preguntó a una de las imputadas que posteriormente confesó haber pagado sobornos a funcionarios de la aseguradora, ¿qué podía hacer en Senasa?
Se indica que, en junio del 2020, cuando aún no había sido nombrado formalmente, pero ya tenía asegurada la posición, Hazim se reunió en su oficina política ubicada en la avenida 27 de Febrero, acompañado de la entonces jefa de Gabinete, Mariel Echavarría.
A ese encuentro también acudieron Juan Julio “Jhonny” Morales y la imputada Cinty Acosta Sención, presentada como una especialista con más de 20 años de experiencia en el sector salud. Durante la conversación, detalla el expediente, Hazim hizo una pregunta directa: “¿Qué podía hacer en Senasa?”.
Acosta respondió que elaboraría un análisis y un proyecto para presentárselo más adelante.
Reuniones posteriores y propuesta de negocio
Días después de ese acercamiento, Acosta Sención y su pareja, Guarien Fortuna, se reunieron con los doctores Richard Marine y Milagros Almonte para exponerles un proyecto de salud preventiva dirigido a adultos envejecientes a nivel nacional.
Los médicos explicaron el trabajo de la empresa NUTRIMED en el ámbito de la nutrición y la salud pública. Semanas más tarde, Acosta volvió a contactar a Marine y le propuso desarrollar un programa de atención para adultos mayores con la ARS Senasa, asegurando contar con los contactos necesarios para lograr su aprobación.
Como condición para su participación, exigió recibir el 50 % de las acciones de NUTRIMED, a cambio de gestionar la parte financiera y comercial de la empresa y negociar programas con instituciones públicas y privadas.
Ilícitos contratos con NUTRIMED
En septiembre de 2020, la Dra. Milagros Almonte cedió el 50 % de sus acciones de NUTRIMED a Cinty Acosta Sención, quedando la sociedad dividida en partes iguales entre Acosta y Richard Marine. La imputada asumió los cargos de gerente Comercial y Financiera.
La negociación incluyó además la entrega del 40 % del ingreso bruto del programa de suplementación nutricional para adultos mayores.
Contratos firmados sin habilitación
El 5 de octubre de 2020, Senasa —representado por Hazim— firmó un contrato base con Nutrimed Marine Alvarado SRL, representada por Marine.
Sin embargo, la empresa no contaba con habilitación del Ministerio de Salud al momento de la firma, ya que esta fue otorgada en noviembre de 2020. Aun así, días después, el 15 de octubre, se firmó un addendum que amplió los servicios al régimen subsidiado e incluyó la entrega de kits nutricionales cuyos productos (Revidox y Sarcodyn) ni siquiera tenían registro sanitario al momento del acuerdo.
Rescisión y exigencia del 30 %
En febrero de 2021, Hazim notificó la rescisión del contrato. Tras esto, Acosta Sención se reunió con Hazim, quien le aseguró que “no se preocupara” y que alguien de su confianza la contactaría.
Esa persona fue José Pablo Ortiz Giráldez, quien según el expediente le exigió el 30 % del monto bruto recibido por Nutrimed para evitar el cierre del programa. Acosta aceptó y comenzó a pagar los sobornos mensualmente.
Montos y pagos millonarios
Ortiz Giráldez utilizó la empresa OGSS Prestadora de Servicios de Salud SRL para recibir los pagos mediante un contrato simulado. A través de esa vía, recibió RD$529,068,000, que, según el MP, entregó en un 90 % a Hazim en dólares, en encuentros realizados en vehículos, restaurantes o apartamentos rentados en Airbnb.
Cuando Ortiz Giráldez quedó afectado por el caso Calamar, el consultor jurídico de Senasa, Germán Rafael Robles Quiñones, asumió totalmente el rol de receptor del soborno. Entre 2022 y 2023 recibió más de RD$536 millones en efectivo, entregados directamente por Acosta en residencias y oficinas.
De su lado, Jhonny Morales recibió RD$95 millones, equivalentes al 3 % de lo facturado, por facilitar los acercamientos iniciales con Hazim.
En total, el esquema habría movido más de RD$1,165 millones en sobornos, según el Ministerio Público.
Falta de controles y auditorías negativas
El MP indica que Hazim utilizó el programa de nutrición para adultos mayores como mecanismo para obtener fondos ilícitos, sin mostrar resultados positivos para los afiliados.
La SISALRIL documentó que no había evaluaciones que permitieran medir avances en los pacientes, y una auditoría interna de Senasa reveló que no se les realizaron analíticas básicas, a pesar de ser una población de alto riesgo.
Entre 2021 y 2023, Nutri-Med recibió RD$4,074,855,686.67 de Senasa, aun cuando no cumplía con los requisitos establecidos.
Además, el gerente de Salud de Senasa, Francisco Iván Minaya Pérez, autorizó pagos sin verificar los servicios y recibió beneficios personales a cambio, incluyendo bebidas alcohólicas de alto costo
