Santo Domingo, RD.- Uno de las principales preocupaciones de la población dominicana por el dolor de cabeza que representa para su bolsillo es sin dudas la canasta familiar, sector que el Gobierno del presidente Luis Abinader ha tenido que enfrentar para evitar que el impacto de la inflación sea mayor.
Situaciones como la crisis dejada por la pandemia de coronavirus, pese a la reapertura; y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, han afectado de forma indiscutible el valor de los productos de primera necesidad en todo el mundo, logrando un efecto negativo en ciudadanía.
Durante una entrevista realizada por los periodistas Alicia Ortega e Huchi Lora al presidente Luis Abinader, el jefe de Estado admitió el notorio aumento de la canasta básica y prometió una estabilización de la misma.
El anunció hecho por el mandatario cobró vida con su cumplimiento, esfuerzo con el que logró mitigar el alza de los alimentos, al punto de que los precios en República Dominicana se sitúan se por debajo de los de países como Panamá, Ecuador y El Salvador.
La comparación, elaborada con datos suministrados por las oficinas de estadísticas de cada país por Bloomberg, precisó que a mayo del 2022 el costo de la canasta básica dominicana expresado en dólares estadounidenses, era de 184.5.
En tanto que, la de El Salvador asciende a 227.4, la de Panamá se eleva a 280 y la de Ecuador se ubicó en 281.7, reflejando una gran diferencia pese a estos ubicarse en la misma región.
Precios del pollo
A pesar de denuncias por presunta inestabilidad de precios de productos como el pollo, el Gobierno ha salido a desmentir las mismas en varias ocasiones, debido a que trabajan en favor de los hogares dominicanos y para garantizar sus alimentos.
A inicios de este mes de agosto, el ministro de Agrucultura, Limber Cruz, aseguró que los precios de la carne de pollo en el mercado local han experimentado bajas y se han estabilizado.
Aunque no refirió cifras al respecto, el funcionario dijo que el encarecimiento y escasez de ese producto que existía desde hace varios meses se debió a que el país fue afectado por la fiebre porcina africana.
Indicó que esto provocó que el consumo de esa carne se desplazara al pollo y a la reapertura de la economía, lo que hizo aumentar la demanda.
Dijo que otro factor que incide es la entrada del verano, temporada en la que los medianos y pequeños productores, cuyas granjas no tienen controles de temperaturas, bajan su producción porque muchos pollos se asfixian a causa del calor.
«Yo diría que ha ido bajando de manera gradual, y eso es producto de las medidas que ha tomado el presidente junto con los productores, el Ministerio de Agricultura y todo el sector agropecuario», expresó Cruz.




