Agencia.- Como “amor a primera vista”, así habla la estrella dominicana Francisca al mostrar su hogar en Miami, en una exclusiva para la revista People en Español.
“A Francesco y a mí nos encanta ir a ver casas, un amigo nuestro nos avisó de una casa vacía en su vecindario y fuimos a verla. ¡Y nos atrapó!”, recuerda del día que se enamoró de su casa.
El estilo de su hogar es “una mezcla entre lo moderno y lo acogedor”, cuenta la exreina de Nuestra Belleza Latina y autora del libro Una reina como tú. “Me encanta que cada rincón tenga personalidad, que hable de nosotros. Uso colores neutros, materiales naturales, y detalles que cuentan historias. Todo está pensado para sentirse en paz, en armonía”, admite.
Entre la presentadora de Despierta América ha construido su hogar con su esposo Francesco Zampogna, su madre doña Divina y sus hijos: Gennaro, de 3 años; y Franco, de 1; a los que pronto se unirá Raffaella, la princesa de la familia.
«La escogimos porque desde el primer momento que la vimos, sentimos que tenía alma, que tenía mucho potencial», recuerda la dominicana de 35 años. «Aunque estaba bien cuidada, sabíamos que tendríamos que hacerle algunos cambios, pero nos enamoró la luz natural, más espacio fuera, verde por todos lados, una zona tranquila, silenciosa y sobre todo, la energía que se sentía: cálida, familiar, auténtica».
La presentadora indicó que por está razón no dudaron en vender la antigua casa que tenían, empacar maletas y empezar a construir su nuevo lugar de estadía. «Le hicimos varias remodelaciones para adaptarla a nuestro estilo de vida familiar», cuenta la también conductora del podcast Soy Francisca.
“Abrimos espacios, hicimos una cocina más funcional, y creamos zonas donde los niños pudieran jugar libres. Cada cambio lo hicimos con amor, pensando en el futuro que queríamos construir juntos».
Sobre el espacio de Rafaella
El espacio de Raffaella será un contraste con las habitaciones de sus hermanos. «Gennaro tiene su propio espacio lleno de libros y carros. Le encanta tener su independencia», dice sobre su primogénito. «Franco al ser más pequeño, tiene su habitación con un azul muy suave de bebé y animales porque los ama. Aunque la verdad es que la parte que más disfrutan de la casa es la sala familiar, siempre están ahí en el medio», dice sobre sus hijos. «Los dos disfrutan mucho el jardín, los espacios amplios para correr y, sobre todo, sentirse libres».
La pareja aseguró que con la llegada de su hija cierran con broche de oro su núcleo familiar.







