La escasa afluencia de votantes, la fe en un cambio y en que se viva la democracia son los factores que han caracterizado la primera parte de la jornada de las elecciones regionales y locales de Venezuela, según los votantes consultados por Efe, que perciben el ambiente entre el «desánimo» y la «alegría».
Las principales calles de Caracas amanecieron con la tranquilidad típica de un domingo y, en los centros de votación, que abrieron la totalidad de las mesas alrededor del mediodía -seis horas después de la hora oficial de apertura-, se observaban, mayoritariamente, a adultos mayores esperando su turno para ejercer su derecho de sufragio.
Paradójicamente, en zonas de la barriada más grande de Venezuela, Petare, ubicada en el este de Caracas, hay colas más largas a las afueras de locales comerciales o gasolineras -con problemas de distribución en los últimos meses por la escasez de combustible-, que en los colegios electorales.
UNA VOTACIÓN «EXPEDITA»
Los miembros de mesas y algunos votantes explicaron a Efe que los pocos electores que esperaban en las filas se debían a que el proceso era «expedito» y a que los votantes estaban llegando de forma esparcida.
«Hay un movimiento muy granuito (esparcido) y en las mañanas viene más la gente mayor; me imagino que en la tarde vendrá más la juventud», dijo a Efe la educadora jubilada Ana Caballero tras emitir su voto en un colegio del este de Caracas conocido por ser un «bastión chavista».
La mujer indicó que el proceso de votación era «bastante sencillo», aunque aclaró que prefirió emitir un «voto tubo» (por un solo partido) que cruzado (elección de candidatos de distintas formaciones), debido a que no se sentía lo suficientemente «capacitada para hacerlo».
La oposición y diversas ONG denunciaron, semanas antes de la jornada electoral, que el voto cruzado tiene un proceso complejo y que no se difundió la suficiente información para explicar cómo se realiza.
Aún así, Caballero defendió el ejercicio del sufragio, debido a que considera que para opinar sobre lo que sucede en el país hay que votar, una opinión que comparte el ciudadano Henry Pastrán, de 54 años, quien también acudió a votar para que «siga viviendo la democracia».
«NO HAY MUCHA MOTIVACIÓN» PARA VOTAR
Las últimas tres elecciones de Venezuela se han caracterizado también por la baja participación, algo que hoy se repite, pero sigue llamando la atención de los ciudadanos que, consideran, se debe al desánimo o la falta de confianza en los liderazgos y el voto.
Es el caso del joven carpintero Héctor Palma, quien ve falta de «motivación» en la población para votar.
«No hay mucha motivación en la población de votar como antes (…) quizás por la falta de líderes que digan la verdad. Hemos sentido que el liderazgo ha caído en el país y la motivación ha bajado mucho y, bueno, sigo manteniendo la fe. La diferencia es la falta de liderazgo, algo que se sienta que diga la verdad», dijo.
El joven acudió a votar porque espera un «cambio» y que los servicios de luz, agua y alimentación lleguen «más oportunamente» a los sectores populares, tal y como han prometido los candidatos a las elecciones regionales y locales tanto del chavismo como de la oposición.
Más de 21 millones de venezolanos están llamados a votar para escoger a 23 gobernadores, 335 alcaldes, 253 legisladores de consejos legislativos y 2.471 concejales.
Los comicios regionales y locales de Venezuela cuentan, además, con la particularidad de que están siendo observados por una misión de más 100 personas de la Unión Europea (UE), que no asistía a un evento electoral en el país caribeño desde hace 15 años.
También hay observadores del Centro Carter e «invitados especiales» del Gobierno de Nicolás Maduro.
Efe pudo constatar que un grupo de estos «invitados especiales» se encontraba visitando los centros de votación y animando a votar.
Estas son las segundas elecciones que Venezuela realiza en medio de la pandemia por covid-19 y, según pudo observar Efe, en los centros de votación se cumplía con las normas de bioseguridad.