San Cristóbal aún llora a las víctimas de la explosión
Niños cuyos padres murieron en la explosión de San Cristóbal participan en la misa de la parroquia Nuestra Señora de la Consolación, en la que se honra la memoria de los fallecidos.
San Cristóbal.- Las lágrimas no cesan en los rostros de los familiares que perdieron un ser querido en la explosión de San Cristóbal, donde a un año de la trágica explosión el dolor sigue latente.
La señora Dulce Miranda aún llora a su sobrina Irma Dipre, una maestra que realizaba compras en la antigua Tienda Toledo para decorar su aula al momento del estallido, pero su cuerpo nunca fue encontrado en la zona del desastre.
Miranda narra cómo transcurrió el último encuentro con su sobrina, donde se había organizado una pijamada con todas sus primas pautando volver a tener otro encuentro con las que habían faltado.
El esposo de Irma quien le esperaba en las afueras de la tienda también resultó herido por el impacto de la explosión pero falleció días después.
Las familias de los fallecidos en la explosión piden a las autoridades el reporte del J2 ya que están convencidos de que hay otras causas y origen en siniestro que le arrebató la vida a 38 personas.
Juana Cuello, narra que su hermano fallecido Hector Cuello tenía un taller de mecánica y vivía cerca de la zona de desastre, dice que esperan que la justicia de Dios haga pagar “uno a uno y pelo a pelo, lo que pasó ahí que lo han callado a todos».
Niños cuyos padres murieron en la explosión de San Cristóbal participan en la misa de la parroquia Nuestra Señora de la Consolación, en la que se honra la memoria de los fallecidos.