Santo Domingo.- Más de 320 suicidios se han registrado en lo que va de 2025 en la República Dominicana, lo que equivale a un promedio de entre una y dos muertes cada 12 horas, de acuerdo con datos del Ministerio de Interior y Policía y la Policía Nacional. La cifra mantiene en alerta a especialistas de la conducta humana, quienes advierten que el país enfrenta una “tragedia social” vinculada a factores educativos, socioeconómicos y problemas de salud mental.
El 2024 cerró con 651 suicidios, en su mayoría hombres, lo que evidencia que el problema se mantiene de manera sostenida. Psicólogos y psiquiatras expresaron que además del aumento de suicidios, preocupa la violencia intrafamiliar y los feminicidios, situaciones que están impactando de forma alarmante en la sociedad dominicana.
Abril Arias, presidenta de la Asociación Dominicana de Psicología (ASODOPSI), aseguró que se estima que de cinco a siete personas se suicidan por cada 100 mil habitantes, una tasa que considera preocupante, ya que cada caso representa un dolor profundo para las familias y para el país.
En esa misma línea, el psiquiatra Francis Báez explicó que en el 90% de los suicidios existe un componente depresivo, relacionado con alteraciones en la neuroquímica cerebral, lo que hace necesaria una mayor atención especializada en salud mental.
Los especialistas coincidieron en que la crisis educativa histórica ha tenido un impacto directo en el deterioro de la salud emocional, sumada a hogares disfuncionales, violencia verbal y física, así como la falta de madurez y de educación en las relaciones de pareja.
El rector de la Universidad de Psicología, Ricardo Winter, advirtió que estas condiciones han creado un terreno fértil para el crecimiento de la violencia y el suicidio, mientras que el psicólogo Brian Vargas sostuvo que las respuestas actuales no son suficientes, ya que se atienden los síntomas pero no las raíces del problema.
Ante este panorama, los expertos subrayaron la urgencia de ampliar la cobertura de salud mental, garantizando psicoterapia, medicamentos y consultas sin limitaciones. Aunque reconocen los esfuerzos realizados, entienden que se necesita mayor inversión en programas de prevención y atención temprana.
Estas reflexiones fueron compartidas en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, bajo el lema “Cambiar la narrativa sobre el suicidio”. Los especialistas recordaron que cada muerte por estas causas no solo significa una vida perdida, sino también una herida profunda en la familia, la comunidad y el Estado.