Salud.- La vitamina D es uno de los nutrientes esenciales para la resistencia y fortaleza de los huesos, ya que mejora la absorción del calcio y sostiene la densidad mineral ósea, según reportes de Reuters y especialistas en salud ósea. Su deficiencia puede generar debilidad estructural incluso desde la infancia, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y fracturas en etapas posteriores de la vida.
Diversas investigaciones citadas por The New York Times explican que este nutriente permite que el intestino aproveche mejor el calcio presente en los alimentos, un proceso clave para el desarrollo óseo y la prevención del deterioro esquelético. La AAOS advierte que una baja presencia de vitamina D puede desencadenar raquitismo, osteomalacia u osteoporosis, condiciones asociadas a pérdida de masa ósea y fragilidad. Reuters indica que la suplementación, acompañada de calcio y actividad física, reduce caídas y fracturas en adultos mayores.
Un estudio citado por BBC News observó a más de 10.000 personas y encontró que quienes mantenían niveles adecuados de vitamina D tenían hasta 20% más densidad ósea que quienes presentaban deficiencias. No obstante, expertos recuerdan que la respuesta a los suplementos puede variar según la edad, el metabolismo y condiciones de salud preexistentes, por lo que recomiendan seguimiento médico.
Las recomendaciones del NIH establecen que los adultos deben consumir entre 600 y 800 UI de vitamina D al día, mientras que personas mayores de 70 años requieren al menos 800 UI. Los niños necesitan entre 400 y 600 UI, y mujeres embarazadas o lactantes deben mantener controles regulares para asegurar niveles adecuados. Reuters advierte que un consumo excesivo, superior a 4.000 UI, puede causar hipercalcemia y otros efectos adversos.
La principal fuente natural de vitamina D es la exposición solar, que permite su síntesis en la piel con sesiones breves de entre 10 y 30 minutos al día, según la Academia Estadounidense de Dermatología. En temporadas frías o regiones con poca luz, la alimentación cobra mayor importancia, destacando el consumo de pescados grasos, lácteos fortificados, huevos y productos enriquecidos. El País subraya que, al ser una vitamina liposoluble, su absorción mejora si se acompaña de alimentos con grasas saludables.
Además del fortalecimiento óseo, estudios citados por Reuters y The New York Times relacionan niveles adecuados de vitamina D con un mejor funcionamiento del sistema inmunológico y una posible reducción del riesgo de infecciones respiratorias y enfermedades autoinmunes. Otras investigaciones evalúan su papel en la prevención de ciertos cánceres y en la salud cardiovascular, aunque especialistas aclaran que no existen pruebas concluyentes para recomendar megadosis preventivas.
(Con información de INFOBAE)
