Siempre hemos escuchado que el desayuno es la comida más importante del día, sin embargo, ahora se ha puesto de moda ir a hacer deporte en ayunas e incluso hay gente que sigue dietas en las que el desayuno no existe.
Este tipo de hábitos alimenticios pueden llegar a provocar daños en nuestra salud, aunque muchas personas lo desconozcan.
Cuando nos levantamos por la mañana estamos sin energía, ya que nuestro cuerpo lleva muchas horas sin haber ingerido comida.
Por eso hay que “llenar el tanque”, para alimentar a los músculos y que nos mantengan en pie durante todo el día.
Lo mismo pasa con nuestra energía mental, si no consumimos un mínimo de alimentos al levantarnos nuestra agudeza y claridad mental se verán por los suelos al no haber azúcar en sangre. Por ello, saltarse el desayuno podría conllevar a una falta de energía para el resto del día.
Mucha gente tiene cierto respeto hacia los carbohidratos, sin embargo, les vuelven locos. Pues el desayuno es un buen momento para tomarlos, de hecho, es más que recomendable añadir una buena base de hidratos a primera hora del día, ya que son gran parte de la fuente de energía que necesitamos.
Por ejemplo, si te gusta el pan, pero intentas evitarlo a lo largo del día aprovecha para hacerte unas tostadas en el desayuno, que es una de las opciones más recomendadas y saludables.
Muchas personas se preguntan si saltarse el desayuno adelgaza, y lo cierto es que no, puesto que los carbohidratos por la mañana son necesarios tras haber transcurrido toda la noche.
Aunque desayunar sea una elección muy saludable y beneficiosa, hay personas que se levantan con nauseas, con el estómago revuelto y solo de pensar en comer algo les dan ganas de vomitar.
En este caso quizá convenga más prepararte un mini almuerzo para media mañana, cuando se asiente el estómago y entre hambre.
No es cuestión de forzar al cuerpo, siempre será mejor esperarte unas horas y tomar algo antes que obligarte a desayunar y echarlo todo según te metas una tostada en la boca.
Fuente: Vida Saludable
