El equipo de «Joy», una película sobre los pioneros británicos de la fecundación in vitro (FIV), espera concienciar sobre el estatus «frágil» de esta técnica de procreación asistida, cuando está siendo cuestionada por los conservadores estadounidenses.
Estrenada el viernes en Netflix, «Joy» relata la feroz oposición a la que se tuvieron que enfrentar los científicos que desarrollaron esta técnica en los años 1960 y 1970, que condujo al nacimiento de Louise Joy Brown en 1978, el primer bebé probeta.
La fecundación in vitro fue vilipendiada por la Iglesia y los medios de comunicación, como se recuerda en este largometraje, con un reparto de prestigio, con intérpretes como la actriz neozelandesa Thomasin McKenzie y el actor británico Bill Nighy.
Louise Joy Brown, que tiene ahora 46 años, dijo a la AFP estar encantada con el estreno de la película, que concede a los científicos «el reconocimiento que merecen».
A pesar de más de 10 millones de nacimientos mediante FIV, esta técnica es cada vez más atacada, sobre todo en Estados Unidos, donde ciertos conservadores quieren restringir su uso.
En otros países, incluidos algunos europeos, el conservadurismo religioso y las dificultades financieras de los sistemas de salud pública han tenido el efecto de limitar de facto el acceso.
La situación sigue siendo «muy frágil», afirma a AFP el actor James Norton.
– Pionera olvidada –
Para el director Ben Taylor, que tiene dos hijos concebidos mediante FIV, el objetivo de la película no es centrarse en las controversias actuales.
«Nuestra historia es también una historia de oposición», subraya. «Habla de miedo, de ignorancia y de personas que intentaron obstaculizar algo que se desarrolló con el objetivo de dar esperanza a las familias», añade.
El director decidió centrar la historia en la experiencia del personaje de Jean Purdy. Esta enfermera y embrióloga fallecida en 1985 jugó un papel fundamental en el desarrollo de la FIV, pero fue invisible durante décadas.
No fue hasta 2015 que su nombre fue añadido a una placa instalada en un hospital del norte de Inglaterra donde el equipo trabajó durante años.
Hasta entonces, la placa sólo había honrado a sus colegas masculinos, Robert Edwards (ganador del Premio Nobel de Medicina en 2010 y fallecido tres años después), y Patrick Steptoe (que murió en 1988).
Además de su director, varias personas implicadas en el filme han experimentado la fecundación in vitro.
Entre ellos, los coguionistas Jack Thorne y Rachel Mason, que tuvieron un hijo de esta forma, y que con el estreno de la película buscan concienciar al público sobre el hecho de que este tratamiento está cada vez menos disponible en Gran Bretaña.
Según Rachel Mason, el servicio de salud pública (NHS) del país, con problemas de liquidez, está reduciendo cada vez más el uso de esta técnica.
«Las personas que hoy tienen acceso a la FIV son las que pueden permitírselo», denuncia Thorne.
«Es un error… y espero que esta película ayude a abrir el debate», añade.
Para Louise Joy Brown, limitar la fecundación in vitro va en contra de la «ética» de sus inventores.
«Bob (Robert Edwards), Patrick (Steptoe) y Jean (Purdy) querían que todos, la gente normal, pudieran beneficiarse de ello y estoy de acuerdo. Creo que todos deberían poder beneficiarse de ello», señala el primer bebé probeta.