Washington reclama «la publicación del estado de todos los detenidos en Siria y que los cuerpos de las personas fallecidas en Siria sean entregados a sus familias con la fecha, el lugar y el motivo de su muerte», declaró este martes la embajadora estadounidense en la ONU.
«Al menos 14,000 sirios fueron torturados presuntamente y se hizo desaparecer a decenas de miles», recordó Linda Thomas-Greenfield durante un debate sobre los derechos humanos celebrado en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Antes de ese discurso, 193 Estados miembros de la ONU escucharon testimonios de supervivientes, que instaron a la comunidad internacional a obligar a los autores de esos actos a rendir cuentas.
En el Consejo de Seguridad, Rusia, aliada de Siria, ha bloqueado hasta el momento cualquier intento de castigar a los culpables de las torturas y desapariciones.
«El régimen de Al Asad sigue encarcelando a decenas de miles de sirios inocentes, mujeres, niños, ancianos, médicos, trabajadores humanitarios, periodistas, defensores de los derechos humanos», enumeró la embajadora estadounidense.
«A esos civiles inocentes se les niega un juicio justo y son sometidos a torturas, violencias sexuales y condiciones inhumanas», añadió.
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