El Ministerio Público solicitó prisión preventiva para Antonio Espaillat y arresto domiciliario para Maribel Espaillat, propietarios de la discoteca Jet Set, tras el colapso del techo que resultó en la muerte de más de 230 personas y más de 180 heridos.
Según un comunicado del Ministerio Público, las investigaciones revelaron que los hermanos Espaillat realizaron remodelaciones significativas en la discoteca sin obtener los permisos necesarios del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) ni de la Alcaldía del Distrito Nacional.
Estas modificaciones incluyeron la instalación de un escenario, sistemas de iluminación, bares y zonas VIP, sin realizar las evaluaciones estructurales requeridas.
Además, alteraron la estructura original del edificio, que anteriormente funcionaba como cine, eliminando una columna clave sin supervisión técnica, lo que comprometió la estabilidad del techo sin ninguna evaluación profesional o permiso que respaldara dicha modificación, evidenciando una conducta de alto riesgo, señalan.
El Ministerio Público también señaló que los imputados sobrecargaron el techo con elementos pesados, como unidades de aire acondicionado y tinacos de agua, sin realizar estudios que garantizaran la capacidad de la estructura para soportar dicho peso. A pesar de recibir advertencias sobre el deterioro del techo, optaron por ignorarlas, priorizando los beneficios económicos sobre la seguridad de los clientes y empleados.
De acuerdo con las autoridades, ambos imputados son responsables de homicidio involuntario y lesiones involuntarias debido a su negligencia en el mantenimiento y adecuación estructural del local.
Además de las acciones penales, los propietarios de la discoteca enfrentan múltiples demandas civiles por parte de los familiares de las víctimas, quienes buscan obtener indemnizaciones por los daños sufridos.
