SANTO DOMINGO, RD. – Al borde de la quiebra dicen estar los propietarios y empleados de bares, quienes este domingo protestaron de manera pacífica para exigir que se les permita operar con al menos el 50% de su capacidad.
Randy Croussete, quien fungió como vocero del colectivo, aseguró que paga 200 mil pesos de alquiler en un negocio en la avenida Venezuela que está cerrado desde agosto y asegura que, aun así, la factura de la electricidad más baja que ha recibido fue de 31 mil pesos, en noviembre del año pasado.
Dijo que muchos empresarios han tenido que desmantelar sus negocios porque no resistieron los meses de cierre causados por la pandemia.
Croussete, aseguró que la Asociación de Bares y Restaurantes agrupa cerca de 5,000 comercios y 168 mil empleados, que se quedarán sin trabajo si las medidas de contención no se flexibilizan.
A la manifestación se unieron propietarias de salones de belleza, quienes expresaron su desesperación, ya que por el horario del toque de queda han disminuido considerablemente la clientela.
