Reikiavik, Islandia | AFP | Después de la salida de su presidente, la totalidad del Comité Ejecutivo de la Federación Islandesa de Fútbol (KSI) dimitió el lunes por la noche, acusado de haber tapado las acusaciones de agresión sexual que implicaban al internacional Kolbeinn Sigthorsson en 2017.
Después de una reunión de urgencia de casi cinco horas, los 16 miembros del comité anunciaron que dejaban sus cargos, luego de la dimisión el domingo por la noche del presidente, Gudni Bergsson.
«Este resultado es conforme a los llamados de Íslenskur Toppfótbolti (un grupo que representa los intereses de los clubes de las dos primeras divisiones masculinas y femeninas), a los deseos de los representantes de los clubes (…) y a la presión popular», afirma la federación en un comunicado.
Los llamados a la completa dimisión del Comité Ejecutivo se habían multiplicado el lunes, en un caso que sacude al fútbol islandés desde el testimonio de una joven de 25 años el viernes en la televisión islandesa.
La federación recibió reproches por su pasividad ante la gravedad de los hechos y por haber intentado silenciarlos, al negar que el más alto nivel de la instancia los conocía, pese a que correos electrónicos y testimonios demuestran lo contrario.
De aquí a un mes debe celebrarse una sesión extraordinaria para elegir a un nuevo presidente y a un nuevo Comité Ejecutivo.
El viernes por la noche, Thórhildur Gyda Arnarsdóttir, de 25 años, dijo a la televisión pública RUV que denunció haber sido víctima de violencia y acoso sexual por parte de un miembro de la selección nacional en una fiesta en la capital, Reikiavik, en septiembre de 2017.
La mujer indicó que el jugador reconoció los hechos, se disculpó y le ofreció una suma de dinero como compensación, cuyo monto no se ha hecho público.
Los medios señalaron al delantero internacional Sigthorsson, que actualmente juega en Suecia después de pasar por el Ajax de Ámsterdam o el Galatasaray.
El lunes por la noche su club, el IFK Göteborg, confirmó en un comunicado la implicación de su futbolista, sin citarlo por su nombre.
El equipo de la primera división sueca se toma el caso «muy en serio, incluso aunque esté cerrado jurídicamente», aseguró.
«Queremos que quede claro que rechazamos sus actos y cualquier comportamiento similar», resaltó el IFK.
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