Con el tema «El océano, nuestro clima y nuestro tiempo» se celebra hoy el Día Meteorológico Mundial.
Desde 1961, el Día Meteorológico Mundial conmemora la entrada en vigor, el 23 de marzo de 1950, del Convenio por el que se estableció la Organización Meteorológica Mundial y la contribución esencial que los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales aportan a la seguridad y el bienestar de la sociedad. Cada año, las celebraciones se centran en un tema de actualidad.
La meteorología es la ciencia que se encarga de estudiar todos los fenómenos que ocurren en la atmósfera de la Tierra como el clima, los vientos, la lluvia, entre otros.
El océano es el termostato de la Tierra y, además, ejerce de cinta transportadora de calor. Absorbe y transforma una parte importante de la radiación solar que incide en la superficie terrestre y aporta calor y vapor de agua a la atmósfera.
La formación de enormes corrientes oceánicas horizontales y verticales permite distribuir este calor por todo el planeta, a menudo a lo largo de miles de kilómetros, configurando así el tiempo y el clima de la Tierra a escala mundial y local.
Sin embargo, el equilibrio natural entre océano y atmósfera está cada vez más alterado por los efectos de las actividades humanas.
El océano absorbe más del 90 % del exceso de calor atrapado en el sistema climático a causa de los gases de efecto invernadero, protegiéndonos así de un aumento de temperatura aún mayor debido al cambio climático. Sin embargo, el precio que debemos pagar por esa protección es muy elevado, porque el calentamiento de los océanos y los cambios en su química ya están trastocando los ecosistemas marinos y la vida de las personas que dependen de ellos.
Esta jornada tiene por objeto promover el trabajo ininterrumpido de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) para proteger vidas y bienes, no solo en tierra, sino también en el mar.