El abogado de Antonio Espaillat negó que su cliente haya amenazado ni manipulado a ninguno de sus empleados para impedir que faciliten información al Ministerio Público sobre el derrumbe del techo de la discoteca Jet Set, donde 236 personas perdieron la vida.
Dijo que ante la supuesta intimidación llama la atención que a ninguno de dichos empleados le haya ocurrido nada y, segundo, que dichas amenazas ocurrieran en las redes sociales.
El jurista aseguró que su cliente no tiene ninguna necesidad intimidar a esas personas que trabajaban en la Jet Set, como denunció uno de los testigos clave del Ministerio Público, Gregory Adames.
En ese sentido, resaltó que Adames era un empleado de extrema confianza y que todos los que trabajan para su cliente saben que Espaillat no es un hombre de violencia.
Reiteró que los testimonios de Adames sobre supuesta intimidación se encuentran bajo investigación y que la defensa presentará su versión al respecto.
El letrado destacó que Espaillat se encuentra de buen ánimo, a la espera de que la Fiscalía del Distrito Nacional deposite la solicitud de medida de coerción en su contra y de su hermana Maribel Espaillat.
Valerio subrayó que la medida de coerción a Maribel Espaillat le resulta «sumamente rara» debido a que ella sufrió heridas debido a que se encontraba en el lugar del derrumbe cuando ocurrió y que su esposo, quien la acompañaba, tiene lesiones graves que lo mantienen sin movilidad en el cuerpo.