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jueves 18, abril, 2024

Abejas sin aguijón, un tesoro poco conocido de Brasil

BRASILIA, BRASIL, AFP.- Luiz Lustosa dedica su tiempo libre a reproducir abejas mandaguari, un tesoro poco conocido de Brasil.

La poca protección frente al enjambre no es un descuido: estas abejas nativas, sin aguijón, conviven armónicamente con el ser humano y tienen un enorme potencial en la preservación ambiental.

Se entusiasmo en la reproducción de seis especies cuando percibió con otros investigadores el peligro en que se encuentran.

Lustosa, presidente del Instituto Abelha Nativa en Brasilia: “Vimos juntos (con otros investigadores, Ed) que había varias abejas que estaban en peligro (en Brasilia) y fuimos a estudiar para saber por qué esas abejas estaban en peligro. Y vimos que no eran solo las abejas las que estaban en peligro , era la naturaleza la que estaba en extinción».

En el instituto, dicta talleres de cría y reproducción y vende panales y miel de abejas nativas.

Luiz Lustosa, presidente del Instituto Abelha Nativa en Brasilia: “Aquí trabajamos mucho con los niños para meterles en la cabeza que las abejas no pican. Las abejas son necesarias para el medio ambiente, necesarias para nuestra naturaleza, están aquí para ayudarnos”.

De las 550 especies sin aguijón identificadas en países tropicales y subtropicales, unas 250 han sido encontradas en Brasil

Las abejas nativas están popularizándose más allá de los territorios indígenas y zonas apartadas, donde se han aprovechado históricamente sus beneficios en el medioambiente, la agricultura y la sociedad.

Muchos apuestan por panales de abejas nativas para polinizar y mejorar la productividad en cultivos de frutos rojos, peras o aguacates.

A diferencia de las africanas, que muchas veces buscan alimentos en restos de comida, las nativas se alimentan solo de frutos y flores de árboles autóctonos.

Jerônimo Villas-Bôas, ecologista: «Dependen de la vegetación, dependen de que el bosque esté en pie. Entonces, en general, los apicultores son agentes de conservación».

En cosmética o gastronomía, también se ha comenzado a explorar el uso de su miel, considerada más saludable por su menor cantidad de azúcar y menor índice glicémico.

Alex Atala, chef: «La legislación brasileña siempre dijo que el veinte por ciento de humedad era la unidad estándar para poder llamar miel, y nuestras abejas nunca la tuvieron, siempre van del 30 al 35%, fermentan y le dan un carácter increíble a la miel».

Atala, responsable del restaurante D.O.M que ostenta dos estrellas Michelin, explora sabores locales en su cocina.

La miel de estas abejas, con sabor y acidez diferente según la especie, es codiciada.

Alex Atala, chef: «Tenemos un mundo tan rico como el vino por descubrir. Me atrevería a decir que tenemos mieles tan deliciosas como los vinagres balsámicos».

El kilo de miel de abeja nativa llega a 55 dólares, mientras que el de abeja con aguijón, que produce hasta 30 veces más, se vende a 6 dólares.

Pero las abejas autóctonas habían sido bastante olvidadas en la colonización de América.

La introducción de abejas con aguijón procedentes de África se atribuye a los jesuitas a comienzos del siglo XIX. Eran apreciadas debido a que producen una cera más espesa, necesaria para fabricar velas.

Alex Atala, chef: “Comer nuestra biodiversidad va a generar valor, eso sí, a productos que hoy están olvidados, desvalorizados, tal vez presentes en la memoria de nuestros pueblos originarios, en nuestras poblaciones tradicionales. Es fundamental rescatar este saber y degustar este sabor”.

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