Durante la audiencia de medida de coerción en el caso Operación Coral, el mayor Raúl Alejandro Girón fue mucho «lo que cantó», respecto al supuesto entramado de corrupción liderado por el mayor general Adán Cáceres.
Girón, uno de los implicados en este entramado que según el Ministerio Público consistió en malversación de fondos y coalición de funcionarios, reveló que muchas de las transferencias se las hizo a la pastora Rossy Guzmán.
Explicó que esta le llamaba por órdenes de Cáceres o Núñez de Aza para que le transfiriera el dinero.
¿A que usted no sabe usted a quien yo le hacía muchas transferencias?, le dijo el mayor a la jueza Kenya Romero.
Los montos que transfería a la pastora ascendían hasta a RD$150 mil por concepto de pago de misas realizadas al Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (CUSEP). Estos montos llegaban a su cuenta de manera diaria o interdiaria.
«Ahí yo demuestro que el dinero que ellos decían que me robaba yo solito, se los transfería a toditos», enfatizó Girón al informar que contaba con todos los recibos de las transacciones que realizaba.
Asimismo, indicó que también transfería el dinero de la nómina de los organismos estatales CESTUR y CUSEP al sobrino de Erick Núñez, a mujeres vinculadas a Núñez de Aza, a la empresa Randa International y Universo Empresarial.
Además, realizaba las transacciones desde su cuenta personal hacia las cuentas de las empresas anteriormente mencionadas y del coronel Núñez.
Pese a que le habían solicitado eliminar todos los mensajes de WhatsApp para no dejar rastro de las operaciones fraudulentas, no lo hizo porque existe «una batería de transferencias» para demostrar su testimonio.