En la ciudad turca de Malatya, que fue gravemente afectada por el terremoto del pasado febrero, nueve edificios de quince plantas fueron demolidos simultáneamente con explosivos.
En la operación fueron utilizados más de 1.660 kilos de dinamita, lo que estableció un récord de la explosión más grande del mundo. A pesar de que nubes de polvo cubrieron la zona aledaña tras el derrumbe, las autoridades señalaron que la demolición de los bloques se había completado sin problemas.
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Las imágenes de este momento se volvieron virales en redes sociales. Los rascacielos fueron destruidos por considerarse inhabitables y un peligro para los ciudadanos turcos.
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