Seis militares murieron ahogados en un río cuando intentaban escapar de manifestantes que los atacaron con piedras en la región peruana de Puno, epicentro de las protestas contra el gobierno que sustituyó en diciembre al encarcelado exmandatario Pedro Castillo.
El Ministerio de Defensa reportó el hallazgo de los seis miembros de la patrulla que desapareció el domingo en las caudalosas y heladas aguas del río Ilave, afluente del lago Titicaca (3.800 metros de altitud), en la frontera sur con Bolivia.
La noche del pasado domingo las autoridades habían rescatado a un primer soldado fallecido en el río.
«Con la ubicación de los restos del cabo del Ejército Carlos Quispe Montalico concluyeron las labores de búsqueda y rescate iniciadas tras los lamentables hechos ocurridos en el río Ilave. ¡Honor y gloria a nuestro valeroso militar y sus cinco compañeros!», indicó el ministerio de Defensa en Twitter.
El general Jhony León, jefe de la Región Militar Sur dijo que sus hombres fueron agredidos por «la población» mientras cruzaban el río.
– «Apedreados en el río» –
El domingo la Red de Salud de El Collao, en Puno, aseguró que recibió a cinco soldados con hipotermia que habían sido rescatados por los pobladores cuando se estaban ahogando.
Los militares aseguran que huían de manifestantes que los atacaron con hondas y palos en el marco de las protestas campesinas contra el gobierno de Dina Boluarte.
«Cuando llegaron al río fueron presionados y apedreados en el mismo río. Nosotros estamos interviniendo ese lugar sin causar el mayor impacto. Las Fuerzas Armadas se han hecho cargo de la región Puno», declaró el general León al canal N de televisión.
La patrulla se trasladaba desde Ilave hacia la ciudad de Juli, también en Puno, donde el sábado estallaron enfrentamientos que dejaron al menos 16 heridos entre civiles y militares y una comisaría incendiada.
Boluarte cumple el 7 de marzo tres meses en el poder tras sustituir a Castillo en su calidad de vicepresidenta. El exmandatario, quien era investigado por presunta corrupción, fue separado de la presidencia acusado de un fallido golpe de Estado.
Maestro rural de 53 años y líder gremial, Castillo cumple 18 meses de prisión preventiva en el penal Barbadillo, una minicárcel para exmandatarios, dentro del cuartel de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía, al este de Lima.
Elegido para un período de cinco años, el exmandatario llevaba ejerciendo 17 meses cuando fue destituido. Su caída desató violentas protestas que exigen la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y adelanto de las elecciones a 2023.
Con Castillo son cuatro los presidentes que han sido destituidos por el legislativo peruano desde 2018, lo que ha sumido al país en su periodo de inestabilidad más prolongado en tiempos recientes.