
La ‘Pulga’ sin red contra los ‘Socceroos’: Leo Messi y Argentina se juegan su destino frente a Australia este sábado en busca de un puesto en cuartos del Mundial-2022, una ronda en la que espera Países Bajos, que derrotó 3-1 a Estados Unidos en el primer partido de la fase de eliminatorias en Catar.
Los partidos y los goles se suceden en Catar, pero el mundo del balón sacó tiempo este sábado para rendir homenaje a su leyenda viva más ilustre, el ‘Rey’ Pelé (82 años), enfermo y hospitalizado desde hace varios días, con varios mensajes de apoyo procedentes desde Doha.
«Recen por el Rey», tuiteó la estrella francesa Kylian Mbappé, mientras que las palabras «Pelé, recupérate pronto» aparecieron en las fachadas de varios edificios emblemáticos o en una pancarta desplegada por los aficionados brasileños el viernes en el estadio de Lusail, en homenaje al antiguo goleador, tres veces campeón del mundo.
– La ‘Oranje’ más pragmática –
A unos kilómetros de ahí, en el estadio internacional Khalifa, la ‘Oranje’ de Louis Van Gaal volvió a meterse entre las ocho mejores selecciones en un Mundial, como ya hiciese en 2010 y en 2014, y tras la ausencia en el Mundial ruso.
En su versión más pragmática, Países Bajos apuntilló a la inexperta Estados Unidos al anotar en momentos psicológicamente claves.
Memphis Depay no falló en la primera oportunidad neerlandesa y puso el 1-0 en el minuto 10 a pase de Denzel Dumfries.
El propio carrilero del Inter dio también la asistencia del 2-0 a Daley Blind en el 45+1, un mazazo aún más duro al borde del descanso para los jóvenes futbolistas estadounidenses.
Haji Wright, que había entrado desde el banquillo, descontó en el 76 pero Dumfries hizo añicos las esperanzas estadounidenses al marcar el 3-1 definitivo en el 81.
Ahora el combinado naranja espera rival en cuartos, que saldrá del duelo entre argentinos y australianos.
Entre la clasificación a la siguiente fase de la ‘Albiceleste’ contra Polonia (2-0), el miércoles por la noche, y su regreso a los terrenos de juego el sábado, en el estadio Ahmad bin Ali, pasan menos de 72 horas para las piernas de Messi y sus compañeros.
La competición no da el más mínimo respiro: este Mundial atípico, programado a finales de año tras un inicio de temporada frenético en los clubes, ha apretado su calendario hasta la final del 18 de diciembre, aun a riesgo de lesiones y fatiga.
«Es una locura volver a jugar tan pronto», criticó el DT argentino, Lionel Scaloni. «Merecíamos más descanso».
Pero no es momento de lamentarse, puesto que Messi no tiene tiempo que perder: a sus 35 años, el genio argentino disputa «seguramente» su última Copa del Mundo, la última oportunidad de su provechosa carrera de levantar el último trofeo que le falta y que le igualaría a su compatriota Diego Maradona, coronado en 1986.