
Propietarios y administradores de bares y restaurantes de la Zona Colonial reaccionaron con satisfacción con la medida del Gobierno de flexibilizar el horario del toque de queda.
Dicen que con la extensión del horario se evita menos aglomeración y menos taponamientos del tránsito, ya que con el poco tiempo las personas andan de prisa y salen a las mismas horas.
Indicaron que el impacto económico causado por la pandemia lo tienen al borde de la quiebra, por lo que solicitan ayuda del Ministerio de Turismo y de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores).
Aseguran que tienen deudas de alquileres en dólares y que han tenido que salir del 60 por ciento de sus empleados.