El presidente Luis Abinader, quien lleva poco más de tres meses en el cargo, sigue dando señales de cambio en comparación con sus antecesores.
Se le ve vistiendo de manera casual, utilizando su cuenta de Twitter, alagando a su esposa Raquel Arbaje en público, respondiendo y exigiendo cada vez que debe hacerlo, saliendo en horas de la madrugada de Palacio debido a que a altas horas de la noche puede dedicar más tiempo a leer los informes del día y demás.
Pero también es cierto que lleva una agenda intensa en cuanto a viajes el interior se refiere, en mucho de los cuales se queda a dormir en la provincia visitada, una acción poco vista de pasados presidentes.
Pedernales fue la primera provincia que visitó el mandatario y lo hizo para constatar los daños generados por la tormenta tropical Laura, dicha comparecencia fue el pasado 24 de agosto, donde prometió la ayuda gubernamental a los afectado.
Cinco días después, el 29, visitó Bahía de las Águilas donde estuvo por todo un fin de semana y donde realizó encuentros con empresarios, partidarios políticos y residentes de la zona, prometiendo el lanzamiento turístico del importante enclave.
Santiago de los Caballeros fue el segundo lugar en estos primeros 90 días de gobierno donde el mandatario permaneció los días 11, 12 y 13 de septiembre, agotando un amplio programa de reuniones con los diferentes sectores de la ciudad corazón.
Otro viaje con amanecida lo fue el de Puerto Plata el pasado 10 y 11 de octubre, donde realizó varios recorridos y encuentros para dinamizar el importante polo turístico.
El más reciente viaje lo realiza desde ayer 18 de noviembre, donde por segunda ocasión visita a Santiago de los Caballeros para encabezar numerosas actividades, incluyendo el relanzamiento del sector tabacalero. Y desde allá se trasladó a Mao, Valverde, donde lanzó el Sistema de Atención a Emergencias 911 e inauguró un centro de diagnóstico y visita a la Cuarta Brigada del Ejército de la República Dominicana.
A todo esto se agrega el peso que representa la pandemia de Covid-19 donde todo un estricto protocolo debe seguirse en cada encuentro para evitar contagios.
Los cambios prometidos por el joven gobierno de Luis Abinader también se evidencian en su forma de encontrarse con los ciudadanos de las provincias, que ven a un presidente dejar las paredes palaciegas, así como su vivienda, para amanecer en la zona, un gesto rara vez visto en otros mandatarios.